Hacer de la mente nuestra aliada

Hacer de la mente nuestra aliada

“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”

Buda

Por Larissa González Medina

Hacer de la mente nuestra aliada es clave para atraer serenidad a nuestras vidas, potenciar nuestras capacidades y talentos, mejorar nuestra concentración, ser capaces de seleccionar lo que nos sirve y tener un estado emocional sano y disfrutable, aunque es más común escuchar algo como “mi mente, mi peor enemiga”.

¿No debería ser absurdo eso de “mi mente es mi peor enemiga”? Pero podemos comprenderlo… ¿No debería sonarnos fuera de lugar la tarea de “Hacer de la mente nuestra aliada”?¿Nuestra mente no debería ser nuestra aliada y actuar a nuestro favor?¿Qué nos pasa dentro cuando nos encontramos dándonos a nosotros mismos una regañina, criticándonos o diciéndonos cuán inadecuados nos hemos comportado o lo insuficientes, incapaces que somos? Tampoco son pocas las veces en las que seguramente alguien nos ha confesado algo como, “Me digo las peores cosas que podría decir y estoy seguro de que sería incapaz de tratar así a otra persona”.

¿Cómo no hacer de la mente nuestra aliada?

Los pensamientos tóxicos son comunes en la mayoría de las personas; ello se debe a que en occidente no se acostumbraba entrenar la mente, como en algunos países de oriente, en donde desarrollaron disciplinas milenarias y algunas con alcances mayores como el mejoramiento o mantenimiento de la salud o aprender una técnica mediante la cual se pudiera desarrollar el cuerpo y mesurar el carácter, como la meditación, la yoga, el tai chi y otras artes marciales. Aunque cada vez son más las personas que en occidente buscan herramientas para domesticar sus mentes porque algo han entendido y, por ende, han decidido hacer cosas distintas.

A veces las personas ni siquiera se dan cuenta de que están cayendo una y otra vez en ideas negativas, sólo pueden llegar a reconocer que están “de malas” o “estresadas”, mas la manifestación de esa emoción desagradable es el primer aviso de nuestro ser para que demos el siguiente paso: observar nuestros pensamientos, porque nuestros pensamientos son los que detonan nuestras emociones.

Ir hacia la luz

Siempre tendremos la posibilidad de atender a la necesidad de combatir nuestras ideas negativas para dar paso a estados emocionales más gratos y a condiciones que nos impulsen a tener un mejor desempeño en un sentido positivo, lo que sienta las bases para desarrollar más fácilmente nuestras virtudes, con disciplina y atención constantes a lo que pasa por nuestras cabezas porque sólo así seremos capaces de hacer de la mentes nuestra aliada fiel.

En psicología Gestalt llaman awareness al “darse cuenta” o al “tomar consciencia” de cómo se está en el momento, de lo que sucede, lo que se convierte en una herramienta por demás poderosa porque en el presente es en donde sucede la vida, es cuando podemos actuar, no en el pasado, ni en el futuro, de modo que si se hacen las cosas con total entrega y presencia, es más viable que tomemos decisiones más atinadas porque podremos valorar más elementos al darnos cuenta de más cosas que si “tenemos la cabeza en cualquier otra parte” (en donde  no podemos hacer algo porque no está sucediendo aquí, ni ahora).

Otras disciplinas, como la Programación Neurolingüística o el Coaching, que se han popularizado en occidente, han desarrollado algunas técnicas sencillas para propiciar que las personas podamos desarrollar la capacidad de detectar los pensamientos negativos en el momento en el que los estamos teniendo, ya sea metiendo en la bolsa izquierda del pantalón muchos cuadritos de papel y, cada vez que nos demos cuenta de que estamos teniendo un pensamiento negativo pasemos un papelito al bolsillo derecho; al final del día podremos contar la cantidad de pensamientos desagradables que fuimos capaces de detectar al día y seguramente descubriremos que tenemos muchos más de los que imaginábamos. Con la atención y el análisis suficientes podremos decidir sustituir estas ideas limitantes.

Otras técnicas de concientización consisten en traer en el bolsillo una piedrita agradable al tacto para que la frotemos cada vez que tengamos un pensamiento negativo de modo que esa sensación sea una invitación grata para abandonarlos. Hay quienes usan una pequeña liga y la golpean ligeramente contra su muñeca al tener una idea desagradable; hay quienes cambian de mano una pulsera elástica, o quienes escanean su estado mental o emocional al cruzar cada umbral de una puerta, en fin.

Es viable hacer de la mente una aliada en pro de nuestra vida

Más allá de la técnica que elijamos, el primer paso para hacer de la mente nuestra aliada consiste en detectar y detener cualquier pensamiento tóxico en el momento, porque ello incidirá en mejorar nuestro estado mental y emocional, por lo tanto, contribuirá en aminorar la producción y secreción de sustancias nocivas en el cuerpo, como el exceso del cortisol o adrenalina, motivadas por emociones desagradables y, con ello, a que podamos tener una vida más serena. Es cuestión de decisión y de práctica.