Por Juan José Arreola
Que excelente es llegar a una edad de adulto mayor, pues es señal de que has sido sano la mayor parte de tu vida.
Qué bueno que eres jubilado, pues es signo inequívoco de que trabajaste mucho durante tu edad productiva.
Qué bueno que puedes escribir o leer esta publicación, pues aún con lentes, tu vista te permite seguir siendo independiente.
Qué bueno que aunque lento, aún puedes caminar e ir a donde tú deseas.
Qué bueno que acudes a reuniones, pues es señal de que todavía tus amigos siguen vivos y te mantienen vivo, que un café es significativo de mil anécdotas y diez mil sonrisas.
Qué bueno que todavía amas a alguien, pues es señal de que tienes un corazón sano y sediento de seguir viviendo.
Da las gracias por el blanco de tus cabellos, pues es señal de que no se te ha caído y aún puedes decidir tu corte de cabello.
No permitas que nadie te llamé despectivamente viejo, pues no lo eres, tú eres sabio por tu experiencia y sabiduría acumulada.
Si tienes una enfermedad, no te asustes, es normal que las haya, pues es parte del desgaste natural, mientras te duela y puedes por ti mismo acudir al médico es una gran noticia, pues sigues siendo independiente.
Hoy no te tomas una botella, pero seguro estoy que hoy disfrutas más que antes de una copa, y más si va acompañada de una excelente plática o de entonar las canciones que recuerdan tus sentimientos pasados.
Debemos felicitarnos por estar vivos, algunos no tuvieron la misma suerte que nosotros.
¿Te falta algo por hacer? No digas “ya estoy viejo”, prepárate para hacerlo.
Tendrás limitaciones, pero tú puedes siempre que no te pongas en riesgo.
Te deseo más años de vida, pues es señal que tendremos más años de aprecio, risas y experiencias de vida que vale la pena compartir.
No dejemos envejecer nuestros sentimientos y la alegría de vivir, disfrutemos todos los años que Dios tenga destinados a cada uno de nosotros.