
“Todo está dicho.
Ramiro Calle
Nada está hecho.”
Por Larissa González Medina
“¿Hasta dónde hemos evolucionado, hasta dónde hemos cambiado? ¿Acaso hemos dejado de ser como animales para convertirnos en verdaderos humanos?”, cuestionó Ramiro Calle en una de sus conferencias sobre paz interior, en la que invitó a la audiencia a hacer alguna práctica espiritual para alcanzar la dicha interior.
Todo está dicho y nada está hecho, afirmó Calle en tanto que incita a los asistentes a comenzar el cambio de la transformación interior dejando de elucubrar y filosofar para ponerse manos a la obra y así puedan modificar las estructuras básicas de la mente, emociones y las energías del cuerpo.
Calle subraya que ha observado cierto afán en el ser humano por buscar la fuente del placer o de la felicidad para así conseguir huir del sufrimiento o de la sombra de la felicidad. La primera suele generar apego y la segunda aversión y este penduleo entre ambas opciones provoca el sufrimiento cuando no se opta por una tercera opción a través de la cual es factible alcanzar la dicha interior profunda o la paz interior, esa sensación de plenitud y de completitud que tanto nos agrada y que tan pocas veces hemos experimentado.
El yogui y conferencista narró que un perro encontró un hueso calcinado. Una esquirla del hueso le daña la encía y el perro roe y bebe su propia sangre y queda convencido de que le está sacando alguna sustancia… Como hacemos con nuestro pensamiento, afirma Calle, que a veces roemos sin sacarle sustancia alguna.
Como decía un maestro a su discípulo:
Tardarás tiempo en descubrir y decidir que has de cambiar; tardarás tiempo en encontrar los medios para cambiar; tardarás tiempo en encontrar esos medios para transformarte y, ojalá te quede tiempo…
El también autor de casi 300 libros destaca que es preciso curarse un tanto de la enfermedad del mañana porque solemos preferir el charlotear, asistir a reuniones, leer y dar nuestras opiniones que acometer lo que en Oriente en sánscrito se denomina como Sadhana que consiste en fijarse una disciplina psicológica y un trabajo espiritual o métodos prácticos para concretar el autodesarrollo.
Para encontrarse con el Sadhana hay que dedicarle tiempo y esfuerzo a cualquier ejercicio espiritual que nos aproxime al bienestar. Cada quien ha de hacerse cargo de su propio proceso.Porque No basta con decir “luz” para que la lámpara se encienda pues se requiere de la práctica del Sadhana que nos lleve a la paz interior y que puede ser la meditación o el yoga o allegarnos al budismo o a aquello que nos aproxime a la paz interior. Puedes explorar entre la multiplicidad de opciones para que puedas hacerte cargo de tu proceso para alcanzar la paz interior y la completitud de tu ser mediante alguna práctica espiritual que te permita alcanzar el Sadhana.