Tener poder es bueno porque el poder ganará sobre los acuerdos, las reglas y las leyes todo el tiempo.
Cuando se trata de empujar, aquellos que tienen el poder de hacer cumplir su interpretación de las reglas y leyes o de revocarlas obtendrán lo que quieren.
Es importante respetar el poder porque no es inteligente pelear una guerra que uno va a perder; es preferible negociar el mejor acuerdo posible (es decir, a menos que uno quiera ser un mártir, que generalmente es por razones estúpidas del ego en lugar de por razones estratégicas sensatas).
También es importante usar el poder sabiamente. Usar el poder sabiamente no significa necesariamente obligar a otros a darte lo que quieres, es decir, intimidarlos, sino es usar el poder con bondad. Incluye el reconocimiento de que la generosidad y la confianza son fuerzas poderosas para producir relaciones de ganar-ganar, que son fabulosamente más reconfortantes que las relaciones de perder-perder.
En otras palabras, a menudo es el caso de que usar los “poderes duros” de uno no es el mejor camino y que usar los “poderes blandos” es preferible.
En el libro de Ray Dalio, se descubre de manera interesante cómo funcionan las cosas y dónde estamos, una buena recomendación “ Principios para lidiar con el orden mundial cambiante”
